“He aquí nuestro
peor defecto. No saber lo que queríamos, más allá de solazarnos en el reducto
de lo pequeño. Esto no, aquello tampoco. Ni Francia ni España, pero incapaces
de construir un edificio político propio. Ni resignados a nuestro destino ni
dispuesto a cambiarlo. Atrapados entre las mandíbulas lentas de Francia y de
España, nos conformábamos con capear el temporal. Nuestras clases dirigentes eran el colmo de la indecisión crónica, siempre a medio camino
entre el servilismo y la resistencia. ¿Qué causa más melancolía, el podríamos
haber sido o el no deberíamos haberlo intentado? Nosotros sufrimos de las dos
amarguras. El problema de los catalanes es que nunca supieron qué deseaban, y
al mismo tiempo lo deseaban intensamente.”
.
VICTUS, d'Albert Sánchez Piñol.
El 13 de setembre al Club de Lectura de Tortosa.
Sembla que no hagi passat el temps!
ResponEliminaDesprés de molts anys i encara més morts, seguim al mateix lloc. A veure si ens en sortim d'un cop sense caure en els mateixos errors.
ResponEliminaPer cert, grandíssima novel·la!