
En motiu de la reunió del Club de Lectura de Tortosa del 27 d’octubre m’he rellegit El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez, i he de dir que en aquesta segona lectura encara he gaudit més que la primera i certifico que és una de les obres mestres de l’autor.
Des de la primera línea el lector queda corprès pel llenguatge de García Márquez, pel seu domini d’unes frases perfectes on no hi sobra ni hi manca ni una síl·laba. Els amors interminablement desaforats, les situacions surrealistes o el món ancestral i primari que ens narra amb l’estil característic del realisme màgic, que l’autor domina com ningú, fan que passem les hores enganxats a les seves pàgines.
La selecció acurada i impossible d’adjectius ens sorprèn a cada pàgina. N’he seleccionat una petita mostra:
orden casi demente, respiración inerme, naufragio inelectable, corazón insomne, páncreas hermético, mano terrestre, amor domesticado, borrachitos felices, decadencia honorable, parsimonia sacramental, apetito venéreo, olor pensativo, telegramas desaforados, acordeones lánguidos, perfume equívoco, paciencia mineral, tetamenta astronómica, casualidades deliciosas, nostalgia agazapada, azul inverosímil, suplicio fascinante, belleza interminable, senos atónitos, nostalgias alborotadas...
També són moltes les expressions que ens criden l’atenció i que mereixen ser destacades: contienda estéril contra la muerte, humor de naufragio, aguacero de desastre, cataclismo de amor, el peso invencible de su edad, las grietas de su respiración, un manejo ético del olvido, los rumbos inciertos de sus presagios, con el cuervo del destino en el hombro, el estoicismo de un burro de carga, la determinación ciega de los amores contrariados, la lucidez perversa de la nostalgia, el pànico instantáneo de la felicidad...
Per a elegir un fragment només cal obrir el llibre a l’atzar i posar-se a llegir en veu alta unes quantes línies, i notarem com les paraules ens omplen la boca i ens fan reviure les passions dels personatges. De totes maneres, he fet l’esforç de triar-ne algun:
“Al anochecer, en el instante opresivo del tránsito, se alzaba de las ciénagas una tormenta de zancudos carniceros, y una tierna vaharada de mierda humana, cálida y triste, revolvía en el fondo del alma la certidumbre de la muerte.”
“Ni él ni ella podían decir si esa servidumbre recíproca se fundaba en el amor o en la comodidad, pero nunca se lo habían preguntado con la mano en el corazón, porque ambos preferían desde siempre ignorar la respuesta.”
“Ambos se asustaron con la comprobación desoladora de que en tantos años de lidia conyugal no habían hecho mucho más que pastorear rencores.”
“Un presidente liberal no le parecía ni más ni menos que un presidente conservador, sólo que peor vestido.”
“Los síntomas del amor son los mimos que el cólera.”
“Y entonces alcanzó a darse cuenta de que se había muerto sin comunión, sin tiempo para arrepentirse de nada ni despedirse de nadie, a las cuatro y siete minutos de la tarde del domingo de Pentecostés.”
“Una noche regresó del paseo diario aturdida por la revelación de que no sólo se podía ser feliz sin amor sino también contra el amor.”
“Era todavía demasiado joven para saber que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado.”
“La inclemencia de la realidad se metía a borbotones por la ventanilla.”
“Lo comprobó con la compasión de los hijos a quienes la vida ha ido convirtiendo en padres de sus padres, y por primera vez se dolió de no haber estado con el suyo en la soledad de sus errores.”
“Se miró por un instante en el espejo del coche y vio que también su imagen seguía pensando en Fermina Daza”.
“Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga otra vez y muchas veces a parirse a sí mismos.”
“Buques decrépitos, todavía a flote por pura distracción de la fatalidad.”
“Un matrimonio de interés con un hombre que no quiere es la manera más baja de ser puta.”
“Ambos se iban dejando traicionar por los recuerdos, ablandándose sin quererlo, queriéndose sin decirlo, , y terminaban muriéndose de amor por el suelo, embadurnados de espumas fragantes.”
“Se trataban con la confianza de dos esposos que se habían ocultado tantas cosas en esta vida que ya no les quedaba casi nada para decirse.”
“Sin darse cuenta, empezaba a diferir sus problemas con la esperanza de que los resolviera la muerte.”
“El buque avanzaba con sus pasos contados, poniendo un pie antes de poner el otro: un immenso animal en acecho. Fermina Daza había regresado de la ansiedad.”
“Nada en este mundo era más difícil que el amor.”